La hiedra asciende por las piedras doradas de Bath Priory.
Se trata de una encantadora mansión construida en 1835, rodeada de prado y envuelta en los floreados jardines de un antiguo priorato.
Lila, Brezo, Jacinto... las habitaciones, llenas de tejidos modernos y decoradas con mobiliario antiguo llevan nombres de flores.
Al abrigo de pequeños muros, el jardín de hierbas anuncia el aroma de la cocina.
Atravesando el parque Royal Victoria, solo tendrá que recorrer unos cientos de metros para llegar al centro histórico de Bath.
Piérdase entre los edificios de arquitectura georgiana y visite las termas romanas.
Pero no se olvide de volver para el mejor de los baños, el de Garden spa.
Podrá tomar el té de la tarde en el salón decorado con cuadros y obras de arte.
Único en el mundo:
Bajo el excelente cuidado de las manos de Jane Moore, profesional de gran prestigio, los jardines de Bath Priory han recibido varios premios.