El Valverde se esconde tras una discreta puerta en la avenida da Liberdade, uno de los barrios más lujosos de Lisboa. Incluso más encantador que secreto, el hotel es como una casa adosada con un diseño perfeccionado al máximo. Los colores densos que tiñen las paredes contrastan con los tonos vivos de las telas y los asientos. Una hábil mezcla de estilo retro y antigüedades se combinan a la perfección con muebles retro y gravados de arte hasta en las habitaciones. Con techos altos y tuberías a la vista, la atmósfera casi industrial del restaurante O Sítio no es por ello menos intimista.
Único en el mundo:
El patio es el oasis soñado después de una jornada paseando por Lisboa.