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La caza de la trufa durante un agradable día de otoño en la región de Alba resulta una experiencia inolvidable. Al seguir al buscador de trufas y su perro, se impregnará de la esencia de las Langhe y el Roero: nacida de la tierra, en el bosque, la trufa es el blanco de una caza laboriosa que acaba en los manjares más refinados para el deleite de los paladares más finos. Para aquellos que aman especialmente la aventura, la caza de la trufa puede también organizarse durante un tiempo difícil, pero que siempre es el mejor: de noche, para una auténtica búsqueda en un ambiente evocador.
Spa y vino es un ritual que estimula los cinco sentidos para hacerle vivir y apreciar el auténtico espíritu de nuestra región. Un programa de bienestar acompañado de aromas, música, comida y vinos pretende despertar la vista, el gusto, el olfato, el tacto y el oído en un entorno absolutamente revolucionario. Una experiencia inolvidable, una auténtica revolución tanto en el mundo del bienestar como del vino.
Barolo, Barbaresco, Neive, Monforte d'Alba, La Morra, Grinzane Cavour y Serralunga d'Alba son solo algunas de las colinas que nos rodean. Un recorrido en coche, moto, bicicleta o a caballo es una formidable forma de explorar la región: aunque los pueblos se parecen entre ellos, cada uno es totalmente único. Aún se respira el espíritu piamontés de antaño: esa combinación de historia, trabajo, paisajes y alegría de vivir que ha inspirado al Castello di Guarene.
Alta Langa ofrece una impresionante panorámica que difiere de las vistas más conocidas de los viñedos y avellanos de la región de Barolo y Barbaresco. Por ejemplo, Prunetto cuenta con un fabuloso castillo medieval que, gracias también a su paisaje circundante, da realmente la impresión de que sus visitantes se sumergen en pleno siglo XIII. No muy lejos de allí, Mombarcaro ofrece una de las panorámicas más singulares del Piamonte: de hecho, en un día despejado, se puede divisar el mar, aunque se encuentre a más de 50 km de distancia.
Fruto de los sueños hechos realidad de Carlo Giacinto Roero, señor de Guarene, el Castello di Guarene es una mansión que data del siglo XVIII y que domina los viñedos de Langhe, algunos de los cuales son considerados Patrimonio Mundial de la UNESCO. Las obras de arte y objetos de época se han mantenido intactos, ofreciendo a los huéspedes una estancia excepcional entre los encantos del barroco. Los sublimes jardines, con tejos, carpes y cipreses cuidados con mimo, son una invitación a pasear entre esta exuberante vegetación.
Los comedores chinos son las joyas de este magnífico castillo: a pesar de su espectacular aspecto, son uno de los secretos mejor guardados del Castello di Guarene. Conservan completamente su aspecto original. Para las ocasiones realmente especiales, podemos ofrecer una cena privada en este espacio: la luz de las velas, las flores y un menú refinado acompañado de grandes vinos regionales harán que sea una velada absolutamente única e inolvidable.