En el punto donde convergen los golfos de Nápoles y Salerno, en un promontorio con paisajes grandiosos, la cocina de Alfonso y Ernesto Iaccarino es una declaración de amor a este rincón de Italia cuajado de limoneros, vides, olivos y vestigios antiguos. Utilizando los productos frescos de su propia finca, Le Peracciole, Iaccarino elabora maravillosos platos mediterráneos a partir de recetas sencillas: pez espada con garbanzos y tomillo, salmonetes con romero y pepino o pasta con almejas y calabacín. La presencia de su mujer y sus dos hijos crea un ambiente familiar y los productos excepcionales, la cálida acogida y la maestría de Iaccarino marcan la diferencia.