Cuando los pueblos y los barrios se atavían con sus mejores galas
Al antojo de una plazoleta o de una callejuela, entre dos muros erosionados por el paso del tiempo, algunos lugares cuentan con un encanto desproporcionado. Muestran su carácter y su alma a través de la piedra en los que fueron construidos, revisten sus tejados con tejas locales sin influir en el estilo del lugar. Ciudades y pueblos típicos que seducen a todos los animados turistas.