“Un castillo suspendido con el monte Canigou de fondo”
Maître de Maison
- Biche Barthélémy & Henri Loison
Frente a las nieves perpetuas del monte Canigou, en uno de los valles más agrestes de la Cataluña francesa, el Château de Riell cuelga de una ladera entre pinos mediterráneos y adelfas. Un hotel creado para sibaritas, de interiores barrocos y un restaurante que rinde culto al cordero y a los productos del mar. Para los deportistas, un amplio abanico de actividades en plena naturaleza, en paisajes espectaculares; y la piscina al aire libre en la muralla del castillo. Los gentlemen-travellers disfrutarán del bar Out of Africa y de la dacha, que parecece haber salido directamente de una novela rusa, para leer o desayunar. Una escapada sublime en el Rosellón románico.