“Una estancia de ensueño a resguardo de las miradas, en el centro de Cap d´Antibes”
Un paraíso marinero cuya quietud solo se ve alterada por el ruido de las olas de la ensenada de la Garoupe a la que se accede por un pequeño sendero privado. En este paisaje único de pinos piñoneros y roquedos ocres, que inspiró a Nicolas de Staël y Picasso, una gran mansión alberga este hotel con carácter. Las habitaciones de decoración refinada y contemporánea, todas con terraza o balcón, se abren a un parque con olivos centenarios donde se esconden la piscina y el espacio de bienestar. La playa privada bordeada de plantas crasas y adelfas, así como la terraza del restaurante a la sombra de las moreras, completan el marco de este oasis de calma y frescor.