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El comedor con forma de carena de barco se abre sobre un paisaje bretón compuesto por islas salvajes y colores de una intensidad poco usual. La cocina gastronómica, impregnada del espíritu de alta mar, prolonga la invitación al viaje sensorial. Gracias a un gran sentido del equilibrio y la armonía, el Chef aspira a "una cocina creativa que conserva el sabor fundamental de los productos". Una cocina tradicional con sabor a mar, con un toque de modernidad y mucha sinceridad. ¿El producto estrella? Sin ninguna duda el bogavante..
La familia Daubé le invita a su mansión de Lan Kerellec. Construida a principios del siglo pasado sobre las laderas de la Côte de Granit Rose, surgió de la visión de un artista, la del pintor Pierre Gervais... Adquirida en 1925 por la familia Daubé, no ha vuelto a cambiar de propietarios ni de estilo. Émile Daubé (1885-1961), pintor cercano a Marin-Marie y profesor de la academia de Bellas Artes, perpetuó aquí la pasión del arte antes de transmitirla a sus descendientes. Es la oportunidad perfecta para sumergirse en el entorno excepcional de la mansión, fuente de inspiración para todo aquel que se hospeda aquí.
