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Una cocina que exprese la magia de la bahía del Mont-Saint-Michel, las creencias del país celta y la historia de la aventura marítima francesa.
Una cocina incluso más completa gracias a la pasión de Hugo Roellinger por las algas de Bretaña.
"La marisma, esa zona arenosa azotada incansablemente por las olas, es fascinante. En el mar, la oscilación entre la marea alta y la baja es de casi 15 metros, y esta excepcional fusión de agua aporta un valor inigualable a los moluscos, crustáceos y peces de la zona. Y los 250 millones de m3 que entran y salen dos veces al día de la bahía del Mont-Saint-Michel protegen de la contaminación y preservan el medio ambiente. Además, crean unos cuadros naturales dignos de contemplación".
"Para permitir que cada cual pueda usar más fácilmente las diferentes especias, elaboro polvos y aceites con aromas para aderezar los productos, que son los tesoros del mar y de la tierra. Igual que una nariz en el mundo de los olores, me considero un paladar en el mundo de los sabores. Este juego me ha permitido siempre expresar el espíritu aventurero de la región de Saint Malo, evadiéndome más allá de lo que alcanza la vista para satisfacer esos deseos de exploración que quiero compartir con los clientes".
Los Bains Celtiques®, situados en la Ferme du Vente, llaman la atención por la omnipresencia de la materia prima. Dotados de una zona cubierta y descubierta, los baños dispensan agua, calor y luz, animados por idílicos ventanales. Los Bains Celtiques® también son una sabia alquimia entre medicina ayurveda y tesoros del litoral bretón. Los tratamientos, centrados en los pies y realizados por las manos expertas de la terapeuta Gwenn Libouban, transforman la pesadez en ligereza y la desorientación en rumbo. ¡Una inmersión en la propia energía de los elementos!
