Agazapado en el corazón de una reserva privada de 500 hectáreas, entre un viñedo y un denso bosque endémico, el Clos Apalta Residence ofrece una ocasión única de comunicarse con la naturaleza, saboreando unos vinos excepcionales en un espacio que desprende paz y serenidad. Sus seis villas y cuatro cottages se integran elegantemente en el paisaje y ofrecen unas magníficas vistas. Este escenario natural, dirigido por una familia que cultiva su saber hacer vitícola desde hace siete generaciones, celebra un arte de vivir en completa armonía con el entorno. La arquitectura moderna de la bodega gravitacional ofrece un marco privilegiado para descubrir los vinos de la finca, que vienen a realzar una cocina de temporada, elaborada a partir de productos ecológicos procedentes del huerto. Rutas de senderismo que atraviesan una vegetación endémica, paseos en bicicleta a través de los viñedos, vistas incomparables del valle: cada instante pasado en el Clos Apalta Residence le sumerge en la cultura vitícola de esta región preservada.