Con mi esposa Livia vengo de una familia de hosteleros que opera en este sector desde hace cuatro generaciones. Después de la Escuela hostelera en Stresa, hemos querido abrir nuestro propio restaurante, lo cual ha provocado la ira dentro de la familia. Durante diez años, hemos llevado las dos actividades de hotel y restaurante antes de dedicarnos exclusivamente al Don Alfonso 1890. Hemos viajado, estudiado costumbres, alimentación, viñedos, mercados de frutos, de carne, de pescado, allí donde palpita la vida de los pueblos. Luego hemos creado nuestra propia empresa agraria “le Peracciole” que se ha convertido en parte integrante del restaurante.

Confiésenos su secreto de Chef para elaborar el ingrediente estrella de su cocina.

Uso el tomate San Marzano para los fondos de salsa, el tomate grande de la costa Salentina para las ensaladas y jaleas de tomate y tomate cherry para las pizzas y para los espaguetis Don Alfonso, pastas creadas por un pequeño productor excelente.

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Nací inmerso en la cultura del tomate. Tenemos la suerte de poseer una finca de ocho hectáreas donde cultivamos muchos cítricos bio, pero también tres clases de tomates diferentes. Nuestra región es una de las mejores para la producción de tomates, ya que las noches son suaves y la temperatura no sufre nunca grandes variaciones.